Extraño
a ese otro yo
que la quería.
que la quería.
Ése
me hace falta, ella no.
Me
es difícil vivir
sin
el yo que bailaba con ella,
el
que le hablaba al oído,
el
de los poemas y los detalles,
el
tierno,
el
enamorado de ella.
A
ella casi no la recuerdo.
Ella no me hace falta,
pero
ese yo que la amaba
sí
que me hace falta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario