El amor llegó contigo

El amor llegó contigo

y conmigo en tu memoria

se fue volando.

Nos dejó a cada uno en el otro,

pero entre tú y yo

hay un cielo insalvable

de sueños y nostalgias.

Un día largo

La vida es un día largo.

Desde el primer instante

de luz resplandeciente

hasta la oscuridad más absoluta,

un sólo día en el universo.

En ese día debemos

caminar tantos senderos como encontremos,

ser parte de la naturaleza, vivir el amor,

conocer el dolor,

tocar con ternura, con curiosidad,

con furia, con miedo,

sentir la lluvia, el sol, el frío y el deseo,

descubrir al otro que también existe,

asustarse y reírse, bailar y cantar.

Ver el final de otros,

y llorar el afecto perdido.

Acercarnos temerosos a la piel

y cobijarnos en ella.

En ese largo día,

maravillarse con lo que somos,

horrorizarse con lo que hacemos,

y al final, dormirse en la irremediable

grandeza del universo

para perderse en la eternidad.

Volver

La noche se desliza tranquila

por mi cuerpo

llenándolo de sombras

y luces inquietas

mientras me apodero del sueño

y me cubro con él

para volver al lugar

de donde nunca debí salir:

tu imaginación.

Poema de amor

Camino

a orillas del Rin.

Desando sueños y recuerdos.

Y suspiro hondo

viendo como

se descuelga manso

mi amor hacia todo

lo que lleve tu nombre.

El amor

El instante 

en que por no sé qué razón

dos soledades 
se toman de la mano

y sienten que 
el mundo les pertenece

es lo que tantos llaman amor.

Palabras de amor

Un día

regresarán

las palabras de amor

con una mujer

que aún no sabe

que caminaremos de la mano

por los sueños.

Ese día

el sonido de su risa

ahuyentará el silencio

de mis días

y mis noches.

Un día

una mujer

que aún no sabe

que nos querremos

será la razón de mi poesía.

Extraño

Extraño 
el beso que no fue,
la caricia que se quedó en tus manos,
la palabra no pronunciada,
el amor profundo y el deseo,
la mirada de esos ojos
que no me han visto, 
que no me observan,
que nunca sabrán de mí.
Extraño ese último beso
de la despedida que no tuvimos.
Extraño, en fin, a ese que hubiera sido
si tú me hubieras amado.

Tu piel

Vuelo sobre ti 

en busca de la ternura

que me espera en tu piel.

Tu piel es fuego sobre mi cuerpo,

la certeza de ser eternos.

Y mis besos vuelan como mariposas
sobre ella.

Nuestros brazos atados 
como enredaderas enamoradas

nos salvan del abandono.

Vuelo hacia ti 

en busca de la ternura

que me espera en tu piel.

Siempre le pones alas

a mis sueños

para regresar cada noche

a tu piel y esconderme de la tristeza.

Ya no existes

Tú ya no existes,

aunque otra con tu cuerpo,

tus sueños y tu nombre

en algún lugar de este mundo

camine y ame.

Tú ya no existes,

porque tú sólo eras cuando

yo te miraba, cuando yo te tocaba,

cuando yo desandaba tus piernas

para entrar al cielo.

Tú ya no existes,

pues el pasado no es nada,

sólo un rumor en la memoria.

Tú ya no existes,

tú lo sabes y yo lo sé,

pero siempre a las cinco de la tarde

los dos nos extrañamos:

tú, a lo lejos, caminando al lado de otro

y yo en los brazos de ella.

El amor seguirá

Sé que el amor 
seguirá habitando en la mirada
de esa mujer 
que nunca volvió.
Sé que otro amor 
borrará su tristeza. 
Florecerá su risa 
y el deseo
invadirá su cuerpo.
Sé que volveré  
a bailar mil veces,
otros amores serán felices conmigo 
y sin embargo
cuando esté solo 
y nadie mire,
seguiré soñando con ella. 

Una cita a ciegas

Esa muerte que se da el gusto 
de dejarme vivir,
que no tiene afán en buscarme,
más bien soy yo quien la encontraré,
esa muerte que no sabe mi nombre,
pero que no fallará 
el día de nuestro encuentro;
esa muerte que desde que nací
fue destinada para mí
y que es mía, lo único en este mundo
que es sólo para mí;
a esa muerte, 
cuyo único propietario soy yo,
me voy entregando a paso lento,

me acerco a ella sin afanes.

Mi muerte me espera 
en algún momento

aún desconocido para mí,

pero muy cierto para ella.

Yo no puedo evitarla, 
lo que haga para evadirla
ella lo sabe de antemano.
Ella será puntual y yo, 
sin quererlo, también.
En algún momento,
en algún lugar,
tendremos la muerte y yo

una cita a ciegas.

No soy

No soy sin tu piel 
que me cobija;

sin tus manos 
que me adoran;

sin tus besos 
que me ponen a soñar;

sin tus caricias 
que descubren mi pasión.

Sobre todo, 
no soy sin esa manera 
que tienes de mirarme

cuando me dices que me quieres.

Yo nado tu ausencia

Yo nado tu ausencia.

Es tan fácil perderse en ella,

abrir los ojos dentro de ti,

mirar tus recuerdos,

sentir tu boca en mi lengua

repetir palabras y besos,

zambullirme en ti.
Yo me he ahogado
tantas veces en ese mar
que esconde tu lejano recuerdo. 

Soy un náufrago enamorado

en el mar de tu ausencia.