Correr de noche por las calles de París

Correr bajo la lluvia.
Correr de noche por las calles de París

tomados de la mano,

enamorados.

Besarnos en la mitad de la calle
en medio de la gente.

Reír como hace mucho no lo hacíamos.

Ser felices el uno con el otro

cada vez que volvemos a la piel

y al amor.

Correr bajo la lluvia

contigo entre mis brazos y mis sueños,

y no volver nunca.

Poema para mi amor platónico

A veces en la noche

desde soledades tan distantes

miramos la misma estrella.

Entonces evocamos

que a lo lejos

en algún lugar de nuestra memoria

allí estamos

los dos lanzando sueños al infinito

siendo luz y cielo y espacio.

A veces en la noche

nos recordamos.

Tus besos

Tus besos
son mariposas,
pétalos alados
cayendo del cielo.
Tus besos
son como un verano
ardiente,
un bosque de deseos
floreciendo en mi piel.
Tus besos regresan
como mariposas 
y despiertan en silencio
nuestro amor.

Lo único que me falta

Poema para Esther

A veces 
no soy,
no estoy, 
no existo.
Y sin embargo sé 
que lo único 

que me falta 
eres tú.

Saber que me quieres

Poema de la italiana

No basta con saber
que me quieres.
Necesito que lo escribas
beso a beso
sobre mi piel.

No volverás

No volverás,

nunca más me veré 
en el cielo de tu mirada,

ni sentiré el beso de tu boca,

ni oiré las palabras que pronunciaban

tus manos sobre mi piel.

Tampoco regresará contigo

ese yo que era tuyo:

el enamorado de tus ojos,

el escribidor de besos en tu piel,

el que cruzaba tu cuerpo

como un pájaro sobre las olas,

el que conocía tus debilidades

el que bailaba contigo

al borde de los sueños,

tu compañero en el amor,

tu mejor amigo,

mi otro yo.

La tregua

Tu amor fue la tregua

que mi tristeza buscaba

cuando ya nada 
hacia parecer posible

que yo me enamorará,

cuando se moría la vida

entre mis brazos.

No volverá el amor

No volveremos 

a ser lluvia de besos

cubriendo nuestros cuerpos,

a morir de deseo

al vernos,

a ahogarnos de felicidad

con el fuego

de nuestros encuentros,

ni a sentir nuestra piel

enamorarse de la vida.

No volverá el amor

a cubrirnos de sueños

y a correr por nuestras venas.

Pero sé que habrá días

en que volveré a soñar contigo

y sentiré una tristeza irremediable.

Una mujer que llegó en un día en que llovían soledades

Llegaste 

desde el silencio.

Me llenaste de sueños

los ojos y las manos,

la piel y las noches.

En un día 

en que llovían soledades,

me salvaste del olvido.

Me amaste.

Y volví a nacer

tras haber muerto tantas veces.

Amanecer en tu mirada

Viví para ver
el amanecer en tu mirada.
El fuego cálido de tu cuerpo 
cerca al mío
fue el cielo
y esa mano silenciosa
que hacia la mía caminaba
me habló de amor.
Te hablé
de los mundos que había visto,
de los caminos 
que ya no eran míos.
Te tomé la mano
y la llevé a mi corazón
para que conocieras 
el latido firme de mis sueños.
Me vi
en las estrellas de tus ojos
y supe que el cielo
nunca había estado tan cerca
como aquella tarde
en que fui a verte y me encontré 

con mis sueños en tus sueños.

El escribidor de poemas

Escribo 

para conquistar

tu imaginación,

para llevarte de la mano

a mi mundo,

al universo de mi mente.

Escribo 

para seducirte,

para que nunca

dejes de pensar en mí.

Pero, sobre todo,

te escribo poemas
para un día 

con mis besos escribir
sobre tu piel que te amo. 

Poema para Esther

Deja 
que mi mirada

viva 
en tus ojos.

Permite 
que mis sueños

descubran 
para siempre el amor.

Dame 
la lluvia eterna de tus besos.

Déjame 
sumergirme

en el vuelo infinito de tu cuerpo.

Declaración de amor

Por mí
me dejaría caer al vacío
y volaría en picada 
hasta llegar a tu frente

para enredar mis dedos en tu pelo.

Por mí
dejaría mis besos 
en tu cuello

y recostaría mis sueños 
sobre tu pecho

para que no caigas en la tentación

de despertar de mi amor.

Por mí me quedaría

a vivir en tus sueños para siempre.