No
volveremos
a
ser lluvia de besos
cubriendo
nuestros cuerpos,
a
morir de deseo
al
vernos,
a
ahogarnos de felicidad
con
el fuego
de
nuestros encuentros,
ni
a sentir nuestra piel
enamorarse
de la vida.
No
volverá el amor
a
cubrirnos de sueños
y
a correr por nuestras venas.
Pero
sé que habrá días
en que volveré a soñar contigo
y
sentiré una tristeza irremediable.
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