Moriré
una mañana fría y lejana.
En
las altas montañas dejaré de existir.
Desapareceré
en una quebrada de agua cristalina.
Me
disolveré en el páramo.
Seré
olvidado con el vuelo del último pájaro.
Dejaré
de ser en la niebla.
Me
haré un ovillo
para
envolverme en mi propio sueño.
Cerraré
los ojos
y
partiré, me iré muy lejos
hasta
el definitivo olvido.
Navegaré
sin memoria en el infinito.
No
seré luz ni sombra,
ni
siquiera un recuerdo,
o
un comentario,
o
una lágrima furtiva.
No seré nunca más el enamorado,
ni sabré quién me sigue amando
a pesar de los pesares.
Ni el mundo ni yo nos haremos falta,
pero en la memoria
de una mujer que yo no sabía que me amaba
mi sonrisa seguirá viviendo
y le acelerará el corazón, le devolverá el color
a sus sueños.
a pesar de los pesares.
Ni el mundo ni yo nos haremos falta,
pero en la memoria
de una mujer que yo no sabía que me amaba
mi sonrisa seguirá viviendo
y le acelerará el corazón, le devolverá el color
a sus sueños.
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